La historia de los móviles se puede analizar desde muchos capítulos diferentes. Desde diseños espectaculares de Apple que nunca han llegado a las tiendas hasta los móviles más memorables de Nokia, pasando por los primeros móviles con zoom óptico e, incluso, conceptos de móviles que quizás algún día se conviertan en realidad. Pero más allá de eso, uno de los avances más importantes de la telefonía móvil han sido las pantallas en color. Por ello, en esta ocasión nos vamos a aventurar en un pequeño viaje en el tiempo para descubrir cómo eran los primeros móviles en color de la historia. Nos vamos a remontar a nada menos que al año 1998.
El 1998 no fue un año de grandes presentaciones de móviles, pero probablemente fue el año en el que todos los fabricantes de renombre comenzaron a crear sin ser conscientes de ello una de las industrias más grandes de la historia moderna: la industria de la telefonía móvil. Hablamos de una época en la que los móviles tenían el tamaño de un teléfono fijo de hoy en día, y los modelos de mayor «éxito» de aquella época (éxito entre comillas, ya que solamente los más adinerados podían permitirse adquirir un dispositivo así) eran el Nokia 9110i, el Nokia 5110, el Alcatel OneTouch Easy y, el más importante de todos en nuestro viaje en el tiempo, el Siemens S10. El Siemens S10 de la compañía alemana Siemens está considerado como el primer móvil en color de la historia, aunque su humilde pantalla de 97 x 54 píxeles de resolución solamente era capaz de mostrar únicamente cuatro colores (rojo, verde, azul y blanco) divididos en cinco líneas.
Para encontrar una muestra más avanzada de las primeras pantallas en color en los móviles tenemos que avanzar hasta el año 2001. En esta época la compañía finlandesa Nokia estaba viviendo un crecimiento desmesurado, y móviles como el Nokia 8110 (protagonista en la película de Matrix), el Nokia 8210 o el Nokia 3310 cosecharon miles de ventas por todo el mundo. Y con el Nokia 9210 Communicator, Nokia consiguió introducir en el mercado el primer móvil con una pantalla en color de calidad. Quizás hoy en día una pantalla TFT de 4.5 pulgadas con 640 x 200 píxeles de resolución y un total de 4.096 colores nos sepa a poco, pero por aquel entonces se trataba del «no-va-más» de la telefonía móvil.
Una compañía de la que tampoco podemos olvidarnos es Ericsson, una empresa con sede en Suecia que también ocupó un lugar importante en el mundo de los móviles personales durante la primera década de los dos mil. En este caso merece especial mención el Ericsson T68, un móvil que llegó a las tiendas a finales del año 2001 con un precio de salida de unos 600 dólares para el mercado estadounidense y con una pantalla que incluía una gama de 256 colores y una resolución de 101 x 80 píxeles.
Resulta muy curioso descubrir cómo algo tan cotidiano a día de hoy como un teléfono inteligente ha sufrido un avance imparable en los últimos diez años. Eso sí, el paso del tiempo no le ha sentado bien a todos grandes fabricantes que en su día lideraban este mercado, y el mejor ejemplo de ello lo tenemos en la más que dañada BlackBerry.