Nunca lo habíamos tenido tan fácil para elegir la categoría de un artículo, «Móviles para Todos«, en este caso. Por poco más de diez euros, incluyendo los gastos de envío, ¿quién no se plantearía la compra de un teléfono inteligente para un uso cotidiano? Walmart, la popular cadena de tiendas estadounidense, ha despertado la polémica al anunciar en su catálogo el LG Lucky (LG16) por un precio de 9,82 dólares. Por supuesto, el modelo ya se encuentra agotado, pero… ¿cómo afecta la presencia de este tipo de terminales ultra-económicos en el ecosistema de Android? ¿Son un peligro para el mercado los teléfonos inteligentes por diez euros?
En nuestra opinión, sí, pero también no. De por sí, el mercado de los teléfonos inteligentes lleva tiempo viéndose amenazado por compañías chinas como Xiaomi, que están arrasando en el territorio asiático con móviles cuyo precio rara vez supera los 300 o 400 euros. En Europa, para adquirir alguno de los más completos de los móviles chinos que están a la vuelta de la esquina tendríamos que hacernos a la idea de desembolsar más de 700 u 800 euros; en China, con la cantidad de trucos que Xiaomi lleva a cabo para que sus móviles sean lo más baratos posible, estaríamos hablando de un precio que puede llegar a reducir a la mitad la cifra europea. Y ahora, mientras los fabricantes se pelean por tratar de distribuir en territorio europeo los mejores móviles de gama media de 2015, llega Walmart y pone a la venta un teléfono inteligente por menos de diez dólares.
Pero, antes de seguir cogiendo velocidad en nuestro argumento, resulta interesante que echemos un vistazo a las especificaciones técnicas de este móvil ultra-económico que responde al nombre de LG Lucky. Una pantalla (táctil, por supuesto) de 3,8 pulgadas, un procesador de doble núcleo, 512 MegaBytes de RAM, 4 GigaBytes de memoria interna (ampliable mediante microSD), una cámara principal de tres megapíxeles y la versión de Android 4.4 KiKat del sistema operativo Android. En Europa, hasta hace algo más de un año, estas eran las características habituales de los móviles más asequibles que se podían encontrar en las tiendas (con la diferencia de que, en el caso de las tiendas europeas, los precios rara vez bajaban de los 80, 90 o 100 euros).
Pero, tras este aluvión de datos, ¿cuál es entonces el peligro de un móvil de estas características que se distribuye en las tiendas por menos de diez euros? El usuario que compra un terminal de estas características perfectamente también puede ser el usuario potencial de un teléfono inteligente de gama media, con la diferencia de que, de elegir el móvil ultra-económico, está renunciando a características más importantes de lo que puede parecer. La versión del sistema operativo, el tamaño de la pantalla, la potencia del procesador o la capacidad de almacenamiento interno son características decisivas no solamente para el propio móvil, sino también para el futuro del ecosistema que rodea a Android.
Y es ahí precisamente donde entra en juego el peligro que los móviles ultra-económicos pueden suponer para el sistema operativo Android. Si los usuarios cada vez se conforman con características más sencillas, si en lugar de comprar un teléfono inteligente de 150 o 200 euros se lanzan a por uno de 20, si Android 4.4 KitKat sigue siendo durante años una de las versiones más populares de Android… ¿seguirán los fabricantes interesados en fabricar productos con verdaderas innovaciones, o poco a poco todos se acabarán lanzando por el abismo de competir por precio? ¿Los desarrolladores de aplicaciones seguirán teniendo el mismo potencial para mejorar sus creaciones, o se quedarán estancados debido al retroceso del mercado? Pueden parecer argumentos demasiado simples, pero la realidad es que el sistema operativo Android, para los fabricantes, es de todo menos rentable en la mayoría de los casos.
Por otra parte, y ahora poniéndonos en el bando de la idea de que resulta absurdo pensar que los teléfonos inteligentes por diez euros suponen peligro alguno para el mercado, también podríamos disparar un interesante arsenal de argumentos. Mayores posibilidades para que los usuarios con menos recursos se sumen a la plataforma de Android, mayor presión para que los fabricantes aprieten los precios de sus móviles, más posibilidades de que los usuarios renueven con mayor frecuencia su dispositivo… encontrar argumentos para cualquiera de las dos posiciones no es precisamente difícil.
Expuestos estos argumentos, planteamos la pregunta: ¿Son un peligro para el mercado los teléfonos inteligentes por diez euros? Ustedes, los lectores, deciden.
Tercera imagen publicada originalmente por computerworld.
El peligro es para la competencia, fríamente llevamos unos equipos que van como el cerebro humano, solo usamos un 20% del potencial del equipo.
Wasa-instagram-face-twiti-cámara y poco mas se usa de los móviles.
Para que se necesita un procesador de 8 núcleos si con medio les sobra.
También esta la tercera edad, que ya pueden comprarse un táctil que no van a saber usar.
De todo tiene que haber en la viña del señor. AMENNNNNNNN.