Llegó el día. En menos de doce horas, Tim Cook (quizás, con la ayuda de Steve Jobs), subirá al estrado y mostrará la nueva generación del móvil que cambió un sector. Atrás quedarán meses de rumores, especulaciones y pronósticos, que pasarán a trasladarse a un futuro en el que se debatirá sobre lo que traerá la próxima entrega del teléfono de Apple. Hoy, sin embargo, queremos cerrar el capítulo de lo que concierne al hasta ahora conocido como iPhone 5.
Si bien ayer te contábamos que los rumores han acabado por configurar un iPhone 5 con un diseño cercano al iPad, con pantalla de entre 3,7 y cuatro pulgadas y con un procesador de doble núcleo y un GHz de potencia, hoy podemos pasar a conocer, por ejemplo, cómo sería la cámara que instalaría de serie. Para empezar, llevaría un combo dual. Es decir, un par de sensores. Al frente, una unidad de dos megapíxeles. Su función principal sería la de servir para la aplicación Facetime, esa forma con la que Apple entiende cómo deberían ser las videollamadas. A la espalda, la cámara principal, dotada de ocho megapíxeles.
Este sensor, según se llegó a plantear a finales del año pasado, correría de la cuenta de Sony, y se basaría en el Exmor-R que de hecho la firma japonesa instala en sus cámaras de última generación (las de la gama NEX y las Alpha). No obstante, no se acabó de confirmar este punto, insistiéndose en que Omnivision continuaría surtiendo de cámaras a los de Cupertino. Lo que sí que se da por seguro es que llevará un flash LED y permitirá grabar vídeo en calidad FullHD, una de las prestaciones de moda entre los teléfonos de gama alta.
La conectividad del iPhone 5 (o la configuración de conexiones que podríamos pronosticar a partir de los rumores que se han barajado) también a acabado por resultar bastante precisa, a pesar de lo nebuloso de las fuentes que han ido planteándose. Para empezar, sería un móvil híbrido. Quiere decir esto que no habrá distintas versiones del iPhone 5 en virtud de la región donde se distribuya: el mismo terminal podrá operar sobre las redes de todos los países donde se ponga a la venta. También se ha dicho, y este es uno de los últimos rumores que ha pululado, que será compatible con el sistema HSPA+, triplicando la velocidad de conexión sobre redes 3G (hasta llegar a los 21 Mbps de descarga teórica).
Pero si hay algo que ha generado luces y sombras informativas en todo a las conexiones del iPhone 5 es la opción de que se sea un móvil con sistema 4G. En concreto, preparado para redes LTE (Long Term Evolution, un sistema que supera al 3G y podría alcanzar índices de transferencia teóricos de hasta 100 Mbps). Al no ser un sistema estandarizado en todo el mundo (o al menos, en todos los mercados occidentales), hay quien es escéptico ante la opción de que esté disponible en el iPhone 5. No obstante, las redes LTE son una realidad en países como Estados Unidos, Canadá, Alemania o Japón, y de hecho hay quien ha asegurado que, efectivamente, el iPhone 5 contempla esta opción entre sus prestaciones.
Para cerrar el apartado de conexiones, y dando por sentado que tendrá la conexión dock nativa de Apple (aunque no cuesta nada soñar con la presencia de un microUSB integrado) y Bluetooth, podríamos darle vueltas a la posibilidad de que integrara un chip NFC. La tecnología NFC (Near Field Communication, o comunicación por proximidad) permite usar el móvil como una pasarela de pago, así como para integrar perfiles que conviertan el terminal en llaves electrónicas o dispositivos de identificación digital. Google ha empezado a darle uso a este sistema, que Nokia ya probó hace muchos años sin demasiado éxito. El resurgir de la tecnología NFC podría no haber pasado inadvertido para los de Cupertino, y de hecho, hace meses vimos supuestas patentes de lo que parecían ser aplicaciones prácticas dedicadas a funciones relacionadas con el sistema NFC, por lo que podría ser que no faltara a la fiesta del nuevo manzanófono.
También se han planteado algunas fantasías espectaculares que, aunque posibles, son poco probables en un teléfono como el iPhone 5. Cámara y pantalla autoestereoscópicas (3D sin gafas), proyector holográfico, teclado láser… todas opciones nada descabelladas, pero que no casan con la filosofía pragmática de Apple, que pretente hacer fácil lo difícil (y en ocasiones, difícil lo fácil, y si basta con echar un vistazo a las críticas que se extienden a lo largo y ancho respecto a iTunes). En este sentido, en las últimas semanas se ha hablado de una función llamada Assistant, y que vendría a ser la interpretación de la firma californiana a los sistemas de control por voz, que en Google ya están presentes en los móviles con Android 2.3 Gingerbread (y de hecho, resultó ser uno de los puntos de interés del Samsung Galaxy S2, tal y como te contamos hace un par de semanas, gracias a una tecnología desarrollada por Vlingo).
Así, Assistant vendría a dar un paso más dentro de los sistemas de control de voz, haciendo posible que controlásemos todas (o al menos, la mayoría de ellas) las funciones del iPhone 5 sin necesidad de tocar la pantalla del teléfono. De este modo, podríamos iniciar llamadas, enviar mensajes, lanzar aplicaciones, hacer búsquedas web, programar rutas o poner música simplemente pidiéndoselo amablemente al terminal. Se ha llegado a decir que en Assistant estaría el factor de distinción del iPhone 5 respecto a la competencia, ya que la homogeneización técnica cada vez está más en boga en esta generación, por lo que el software puede llegar a marcar la diferencia, y mucho, de hecho.
A todo esto, habría que añadir todo lo que se supo el pasado mes de junio, cuando se presentó iOS5, la plataforma que lleva paseándose por la red en forma de interminables betas todo el verano, y que muchos ya han tenido la oportunidad de trastear. La presenta de las notificaciones, así como la integración de Twitter han resultado especialmente sugerentes a quienes han podido conocerla en primera persona, aunque no cabe duda de que los magos de Apple se han guardado algún conejo en la chistera de iOS5 para el iPhone 5. En cualquier caso, tendremos que esperar poco: en unas horas pondremos el contador a cero y empezaremos a soñar con el ¿iPhone 6?